Oda a la(s) mala(s) persona(s) [1]
Anciana, no hay excusas en tu destino.
Nos separan montañas que no pueden ser escaladas,
y tú,más cerca que yo de un invierno eterno,
aunque, ¡quién sabe!
No pongas parches a tu mente taciturna,
ni alejes hombro de sentencia pertinaz e íngrima.
¡Cuántas mares has secado!,
¡cuántas rosas marchitaste!,
¡cuánto hijo infeliz hiciste!,
Sí, es a ti, mala persona..
Ser única querías ,entonces,voltéate,
mira tus campos arados con sal,
amarga, plantaste semillas que rodaron lejos
para verdecer.
Acciones moldearon tu alma y cuerpo de triste minotauro,
y ahora alientan un viento reseco tachonado de cenizas;
eso, y tus paginas estériles de frutos.
Pero yo, yo, espero, impertérrita,
al recodo del camino
en el nombre todos lo que fuimos,
y de Dios,
para arrojarte la piedra de Sísifo….