Sobre la autora del blog.

Marcia Losada García, LA HABANA, 1961
Índice ORCID: 0000-0002-9083-218X
Profesora titular e investigadora®, Universidad de La Habana (UH): Licenciada en griego antiguo y latín clásico, Facultad de Artes y Letras, 1984. Maestra en Estudios Semánticos Aplicados al Análisis de Texto y de Discurso, Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX), 1999. Doctora en Filología, Universidad de la Habana, 2003. Cuenta en su curriculum de estudios con el componente académico de Maestría en Lingüística Hispánica. Diplomada posdoctoral en Estudios de Sistemas Complejos del Instituto de Filosofía de la Habana, 2007. Presidenta de la comisión de Carrera de Estudios Lingüísticos Especializados (ELE) en la Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX), Universidad de La Habana, 2004- 2005. Analista del CENAM Org. Central (2010). Creadora y directora de la Red de Observatorios Universitarios (2012-2015). Ha pertenecido a cuatro claustros de Maestría y Doctorado (FLEX, Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Dirección de Publicaciones Académicas-UH, 2015-2019) Miembro de la Junta de Acreditación Nacional de carreras (JAN). leer más.

miércoles, 7 de agosto de 2024

"Resiliencia", poema de la Dra. Marcia Losada García

 

 


Resiliencia

 

Ella era casi “perfecta”: culta, inteligente

y hasta atractiva, a su manera.

Cada vez que el mundo pretendía romperla en mil girones,

una y otra vez

ella cosechaba las mejores piezas:

los premios, los títulos,

los amigos, el hogar

sus libros,

y secretas aventuras.

Al paso del tiempo, de cuando en vez volteaba la cabeza y apartaba las astillas sangrientas:

aquí, la decepción de Telémaco,

allí, la diáspora familiar y la ausencia de Ulises,

acullá, la indiferencia del padre y

la insaciable competencia materna,

o peor, en el recodo del camino,

la de sus amigos,

por ser ella, siempre,

irremediablemente, la “perfecta”.

No se quejaba.

Sonreía urbana y condescendiente,

continuaba eligiendo las “óptimas decisiones”,

seguía recogiendo las ya escasas mejores piezas;

se estudiaba, se reconstruía,

tejía en soledad la tela de su experiencia,

convertida al final en un abigarrado tapiz,

hecha solo de costurones y cicatrices.

Aprendió a estar completa,

demasiado completa,

sin curiosidad,

lentamente todo,

muy lentamente todo.

Escuchó por última vez los aplausos…

y se dejó ir.

 

Marcia Losada García: VITRALES ZURCIDOS