Sobre la autora del blog.

Marcia Losada García, LA HABANA, 1961
Índice ORCID: 0000-0002-9083-218X
Profesora titular e investigadora®, Universidad de La Habana (UH): Licenciada en griego antiguo y latín clásico, Facultad de Artes y Letras, 1984. Maestra en Estudios Semánticos Aplicados al Análisis de Texto y de Discurso, Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX), 1999. Doctora en Filología, Universidad de la Habana, 2003. Cuenta en su curriculum de estudios con el componente académico de Maestría en Lingüística Hispánica. Diplomada posdoctoral en Estudios de Sistemas Complejos del Instituto de Filosofía de la Habana, 2007. Presidenta de la comisión de Carrera de Estudios Lingüísticos Especializados (ELE) en la Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX), Universidad de La Habana, 2004- 2005. Analista del CENAM Org. Central (2010). Creadora y directora de la Red de Observatorios Universitarios (2012-2015). Ha pertenecido a cuatro claustros de Maestría y Doctorado (FLEX, Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Dirección de Publicaciones Académicas-UH, 2015-2019) Miembro de la Junta de Acreditación Nacional de carreras (JAN). leer más.

jueves, 21 de enero de 2021

Qué es de la vida de Antonio

 ¡Un baile por la Esperanza!

O

Qué es de la vida de Antonio

Una de las entradas más visitadas del blog en 2020 fue –y  no  en vano- “Un Baile por la Esperanza”. Doctores, Académicos, profes, estudiantes de las universidades, lectores generales, en un segmento histórico interesante y terrible, recibieron aliento y alegría del baile de un bebe, cuidado por sus abuelos, protegido por sus padres y animado por el cariño de sus vecinas,  cuando saltaba (¿bailaría en Latín?) feliz en su cunita al son de ¡Qué baile Antonio! versión “vecinal” de la tarareada “La mujer de Antonio camina así”– pues en este caso somos varias mujeres en el “cortejo de Antonio” , que cuando vamos -venimos de la plaza y la bodega en el duro bregar, nos paramos junto a la puerta de Antonio para que nos dedique unos minutos y cuando Antonio está harto de ser molestado y de que no lo dejen ver los muñe  nos lanza sus juguetes-¡quién diría que ser bebé puede ser un trabajo agotador!- con risa picara. 

Una alumna de “pos”  asidua lectora del blog me preguntó:” “profe qué pasó con el bebé” Cuál bebé –le dije; el del bailaito profe. Y es que Antonio, ahora un pequeñín  habla en “kamitosemítica lengua” cuando quiere estar en sus asuntos de niñito ya no lanza sus juguetes  ahora se apura en saludar…y en decirnos adiós  a las vecinas  “pa seguil en lodel”.

Antonio juega con sus perros, pasea con los abuelos, toca ininterrumpidamente el claxon de la moto del papá, disfruta de la naturaleza y de vivir cerca de un bosque y un río y profesa un inmenso cariño a su mamá –amiga con quien pasea juega, ríe y aprende… y es que Antonio, como ven, creció.

Sigue el 2021 poniendo a prueba  la resistencia y el espíritu cívico  de los cubanos que continuamos bregando por las familias, la salud  y la PATRIA  en batalla que ganaremos… y seguiremos deteniéndonos  a la puerta de Antonio, pues en unión de amar, sembrar un árbol, leer un libro y conversar con los amigos,  no hay nada tan edificante como  el poder ver crecer sano y feliz a un niñito.

Entonces, qué siga creciendo Antonio por todos y por la esperanza.

 

 

 

martes, 5 de enero de 2021

Libro "En el ejercicio de la sospecha", Consideraciones finales para estas lecturas: ¿en qué se ha convertido la mente del lector cuando cierra un libro? por Dra. Marcia Losada.

La lectura (del latín lego, lexi, lectum)  amén de lo definido en artículo I resulta de un proceso de significación y comprensión de información; el sujeto recepciona mediante un soporte y trabaja -palabra en la que insistiré en estas consideraciones  finales -  y experimenta las consecuencias trasformadoras de su actividad confrontando las ideas expuestas, construyendo nuevas rutas sinápticas facilitadoras del recorrido  del componente semántico de dicha información ; el código  que signa el pensamiento resulta de una interacción entre el perfeccionamiento de ese pensamiento y esa signación, pues obvio que  el lector necesita reconocer las letras, las palabras, las reglas sistémicas de composición ya socializados por convención social.

 

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